1. El IBEX 35 ha cerrado la sesión por debajo del nivel psicológico 9.000 puntos, situándose en 8.923,70 puntos. El selectivo español se ha visto afectado por los datos que hemos conocido hoy en Estados Unidos, donde el bono a diez años ha superado el 5%, alcanzado niveles de 2007. Pero no sólo la escalada de la rentabilidad de la deuda ha afectado a los inversores, preocupados también por las tensiones geopolíticas, los resultados empresariales que hemos conocido hoy y las perspectivas sobre nuevas subidas de tipos.

Ante este descenso, los analistas temen que el principal índice de referencia de la bolsa española siga bajando hasta los 8.700 puntos, e incluso al peor escenario, la pérdida de los 8.500 puntos. Y es que el IBEX 35 está anclado en una tendencia bajista desde los máximos de julio. Los inversores están nerviosos ante la posibilidad de que el precio del petróleo se dispare por el conflicto en Oriente Medio, y lastre los esfuerzos de los bancos centrales por controlar la inflación.

Ganadores y perdedores

Pocos son los que se salvan de la quema y acaban con subidas. Es el caso del sector bancario, por la escalada de la deuda. Así, Bankinter ha subido al cierre un 1,31%, BBVA medio punto porcentual y Banco Santander, con un incremento del 2%.

En el otro lado de la moneda, las utilities y renovables. Tanto Endesa, como Iberdrola, Acciona y Solaria han finalizado la sesión con pérdidas superiores al 3%. Esta semana hemos conocido los resultados de la compañía presidida por Juan Sánchez-Calero Guilarte, cuyo beneficio ha cadío un 36% en los nueve primeros meses del año, hasta casi los 1.060 millones de euros). Por otro lado, Iberdrola ha ganado un 17% más, camino de un nuevo récord histórico, junto con una subida del 13% del EBITDA, que no ha sido suficiente para retomar la senda alcista de los últimos días.

Europa

El resto de Bolsas europeas también han corrido la misma suerte. El selectivo alemán ha bajado un 1,10%, el CAC francés ha retrocedido al cierre un 1,50%, el MIB italiano ha caído un 1,32% y, por último, el FTSE británico se ha dejado un 0,54%. Unos descensos alentados por los elevados costes de financiación en un momento en el que la economía europea lucha por no caer en recesión.

La presión de la deuda y del dólar está afectando a la renta variable pero también al oro. El metal precioso ha agravado sus descensos por debajo de los 1.850 dólares la onza. En lo que respecta a las criptomonedas, el bitcoin ha superado los 27.000 dólares tras los máximos alcanzados en la sesión anterior.